El hombre siempre soñó con volar por el aire e incluso pensó que podía abandonar la tierra de la misma forma que lo hacía el pájaro. Por mucho tiempo en el que se pegó plumas en su cuerpo y sacudió sus “alas” con fuerza, no podía volar. Necesitaba encontrar un verdadero invento y ese invento tan deseado era el globo aerostático.